jueves, 3 de mayo de 2012

Personal Branding y su Aplicación en Administración de Proyectos



El término branding tiene su origen en marcaje de las reses de las ganaderías para identificarlas. Una marca es una huella, una señal, es lo que queda cuando ya no estamos presentes. Por lo tanto la Marca no es un concepto moderno ú originado por el marketing. Es simplemente la forma de identificar una imagen, un símbolo, o incluso una persona con algo valioso, fiable y deseable.

Desarrollar una Marca Personal consiste en identificar y comunicar las características que nos hacen sobresalir, ser relevantes, diferentes y visibles en un entorno homogéneo, competitivo y cambiante.

El poder de la Marca está relacionado con la capacidad de influir, no de ejercer la fuerza. Las Marcas Personales más poderosas, son aquellas que quedan en los caminos poco transitados. Por eso, descubrir y desarrollar una Marca Personal requiere tiempo, esfuerzo, paciencia y método.

El primer paso en la construcción de marca personal ó personal branding es pensar en cuál es nuestro papel en la vida. Meditar al respecto, ya que tenemos tendencia, no solo a desconocer nuestra identidad, sino a dejar que sean otros los que la definan. Es la identidad o identidades que elijamos, lo que va constituir el núcleo de nuestra Marca Personal.

Se trata de ir adquiriendo puntos de experiencia, objetos y recursos que aumenten nuestro valor y nuestras potencialidades. Para iniciar nuestro proyecto de Branding Personal, debemos establecer un propósito, una visión, una misión. La  intención es ayudarnos a aumentar nuestras posibilidades y expectativas y finalmente, cambiar ó mejorar la forma de hacer las cosas. Al unir eso con nuestra experiencia, objetivos, habilidades, etc. definimos nuestra identidad básica.
   



El Personal Branding se basa en la persona, en el individuo y en sus relaciones con los demás, pero también en la elaboración de una estrategia racional y metódica para conseguir unos resultados concretos y tangibles.

Por lo tanto, el Personal Branding o Marca Personal es la gestión adecuada y consciente de las percepciones, los recuerdos y las expectativas que queremos generar en los demás. La Marca Personal parte del individuo, pero no se queda ahí. Se fundamenta en la capacidad de satisfacer las necesidades de los demás, no solo de las propias.


La Marca Personal considera que de nada sirve derribar barreras mentales, gestionar creencias o salir de la zona de confort, si no se pretende dejar una huella en el entorno. La clave es convertirse en la opción preferente.

Muchas veces, se dice que las marcas deben emocionar, deben enamorar y relacionarse con los sentimientos. Y es cierto. Pero además, es más sencillo que eso ocurra con una Marca Personal que con una marca comercial.

Para que esa “química”, esa sintonía se produzca, debe haber algo que conecte a las dos partes. Normalmente no son las características objetivas las que nos hacen enamorarnos.

Se establece una relación sólida cuando defiendes unos valores parecidos a los de otras personas. Pero como todos sabemos, mantener tus principios tiene un coste y, al defenderlos, los demás dicen que eres valiente. Pero solo eres coherente, que es una característica de las Marcas Personales fuertes.

Cuando defiendes una “causa”, cuando te “comprometes”, es cuando empiezas arriesgar y a dar algo más de tí. Evidentemente eso va a conseguir que muchos te rechacen porque no eres uno de los suyos. Sin embargo, vas a encontrar a algunas almas gemelas que van a establecer un vínculo emocional contigo.

Por lo tanto, lo que algunos consideran valentía, en realidad se parece más a un mecanismo de defensa que sirve para encontrar a los miembros de tu Tribu. Al decir determinadas cosas y con un estilo propio, estás MARCAndo el territorio.

Esa es la batalla en la que debe centrarse en Branding Personal. Hay que conquistar la cabeza, pero también el corazón de la gente. Hubo un tiempo no demasiado lejano, en el que había poco donde elegir o era difícil de encontrar. Por lo tanto, la prioridad era encontrar algo o alguien que te resolviese tu problema. Y punto.

Una forma de distinguirte es atreverte a dar opinión y no solo información. Por eso es importante no solo desarrollar una Marca Personal sino gestionar la reputación.


 
Personal Branding y Administración de Proyectos:
Diseña Una profesión, los empleos se están acabando



El Personal Branding puede gestionarse como un proyecto y no como un lienzo o una página en blanco a merced del artista. Como ocurre en el Project Management, aquí también hay tareas, puntos críticos, recursos, parámetros de control, lecciones aprendidas, definición de actividades,… Hasta se podrían hacer gráficos de Gantt.

En realidad cuando hablo de Marca Personal me estoy refiriendo a Posicionarse para un ascenso, un empleo, ser una referencia en el sector o convertirse en un ejemplo para tus hijos. Todo eso implica poner en marcha un proceso no muy diferente a la construcción de un edificio, al lanzamiento de un producto o a la instalación de una red de telefonía móvil. Como digo, procesos repetibles pero resultados únicos. Como ocurre con las personas.

En el área de la Dirección y Administración de Proyectos, nuestra imagen y la percepción que tenga el equipo hacia su líder, son una de las principales claves para la efectividad en el manejo del grupo y en las mejoras en el rendimiento. Debemos evaluar entre los distintos tipos de líderes a cual nos asemejamos más: al líder amistoso, el líder que todos respetan, el líder que intimida, etc.


Una de las formas más comunes de promocionarnos ante la dirigencia, es mostrando nuestros logros, pero a la hora de hacer nuestro mercadeo personal, debemos empezar por analizar quién queremos ser y por ver las características que nos distinguen de nuestros colegas o competidores, de este modo podremos resaltar aspectos de los que podamos sentirnos orgullosos dentro de nuestro trabajo, ver hacia funciones extra-curriculares que den un plus a nuestras funciones y conocimientos, sin olvidar las redes sociales laborales que son otra herramienta para publicitarnos.


Buscando esa meta de Marca Personal, debemos tener cuidado como dice Dave Prior (2009) en el vídeo How to Take Care of Your Personal Brand acerca de quién queremos ser, velando que los límites estén dentro de nuestro alcance, es decir, no mostrar una falsa imagen a nuestro equipo, pues lo que ellos vean va a tener un impacto sobre cada miembro y en su desempeño. Trabajar nuestra imagen, y la de nuestro equipo, no deben ser tarea para pasar por alto, y contrario a ello, deben ser parte de la constante renovación de los líderes y directores de proyecto.
 


 
Las empresas las forman personas y éstas con sus marcas personales, también conforman la marca de una empresa. Gestionar bien el distintivo personal es fundamental para uno mismo, pero además para las organizaciones, puesto que la imagen que proyectan sus empleados y/o directivos influye en la marca exterior que proyecta la corporación.

Las grandes revoluciones en la historia de la humanidad normalmente han tenido como detonante nuevas ideas, nuevas formas de enfocar anteriores certezas ahora cuestionadas. A menudo, suceden realizando conexiones entre ideas y experiencias que nadie antes había conectado y, adicionalmente, una vez hechas, hay que saber comunicarlas e implementarlas.

La imaginación inspira, la creatividad contextualiza, la innovación impulsa, los resultados demuestran y los valores mantienen y diferencian.

Un directivo y sobre todo, una directiva, deben cultivar todos estos aspectos pero también han de ser capaces de cuidarlos, comunicarlos y gestionarlos. Como las marcas. Una vez más, se rompe el modelo cartesiano: razón/emoción, profesional/personal, analógico/digital. La marca directiva es un producto único en sí mismo, único e indivisible y necesita establecer una estrategia de inteligencia del conocimiento y del sentimiento de su marca personal o reputación (personal branding). Como las marcas.

Las empresas cada vez tienen ciclos de vida más cortos. Comienza a ser más obvio que no se trata de si van a prorrogar al trabajador en el puesto o de si le van a despedir. Es la supervivencia de la propia compañía la que está en entredicho.

Kodak es un ejemplo, pero hay muchas más: empresas auxiliares de automoción, laboratorios farmacéuticos, empresas de servicios… ninguna está fuera de peligro, porque la transformación del entorno empresarial es imparable, debido a la globalización y a la tecnología.

¿Cómo queda entonces el individuo en este mar inmenso de cambios?

Desorientado si sólo se enfoca en la búsqueda de un nuevo trabajo. Orientado, si es consciente de que no tiene o busca un empleo, sino que está desarrollando una profesión.




Quién está desorientado:

* El “just-daily-work”: tiene un empleo con unas funciones descritas en un perfil y sólo se fija en la tarea del día a día: ¿lo que hace le desarrolla para asumir los cambios del futuro?
* El “jump-in-flash”: salta de un trabajo a otro por el halago de ser headhunteado o por la emoción del cambio, sin analizar el rumbo de su carrera y si con ese salto, la está potenciando o desviando.
* El “buy-my-start-up-to-make-me-rich”: Atraído por las historias de Facebook o Instagram, busca enriquecerse creando una empresa sólo para venderla. ¿Tendrá éxito un proyecto en el que no se pone el corazón? ¿Una empresa pensada para crear un libro de Excel, en lugar de para ofrecer valor a unos clientes? Evidentemente, hay que emprender si se tiene talento, una idea brillante, excelencia y persistencia. Pero recordando que muchas fracasan silenciosamente y que para entonces hay que tener listo un plan B de carrera.

Quién está orientado:

* El “good-at-something”: Saberse con certeza bueno en algo y orientar la carrera en esa dirección, crea profesionales de gran valor. En la misma compañía o cambiando a otras, crecen manteniéndose en una misma línea de conocimiento donde, por esa acumulación de experiencia y especialización, brillan. Ahora bien, la cuestión es elegir con acierto, buscando la adecuación y la sostenibilidad.
* El “VisualizeMe”: destaca su valor y hace a los demás conscientes de su talento. La notoriedad y una reputación bien construida, hará multiplicar sus opciones de crecimiento.

 
Diseña tu carrera, reflexiona, entiende cuál es tu profesión, sé bueno en ella y véndete. Si lo haces, los cambios se plantearán como etapas dentro de tu propio crecimiento y el entorno reconocerá el valor acumulado.

Recuerda, hoy tu esperanza de vida profesional es bastante más alta que la de las empresas. Actúa para no quedarte fuera del ciclo.

Así que no te queda más remedio que sentarte a pensar
1) qué imagen quieres dar.
2) cómo cuidar tu identidad (on y off line).
3) cómo estar informado de todo lo que atañe a tu reputación.

Y actuar:

1) Establece un plan de marca personal: eres tú con tus objetivos, tu diferenciacióntu carácter y los errores y aciertos que te han hecho fuerte y valioso.
2) Aprende a gestionar tu marca personal: a completar tu perfil, a interactuar con otros, a construir y comunicar un elevator pitch eficaz y que emocione.
3) Egosurfea. Date de alta en buscadores. No seas el último en saber qué se dice de tí. No es una cuestión de si debes hacerlo. Tienes que hacerlo. Ya.


Construye tu mismo tu desarrollo profesional




Desarrollar tu marca personal, significa:

Alinear la formación que necesitas en el formato que tu carrera demanda;
Desarrollar la visión, habilidades y capacidades de gestión necesarias para afrontar con éxito los retos a los que se enfrentan las organizaciones actuales;
Imaginar nuevas perspectivas e ideas innovadoras, para desarrollar soluciones creativas para la empresa;
Aportar a nuestra empresa, los conocimientos, las técnicas, herramientas y habilidades necesarias para la gestión eficaz de los proyectos.

Es por estas consideraciones que la Marca Personal es uno de los más importantes  factores de éxito en la Gestión de Proyectos.

Los proyectos son implementados como un medio para ejecutar un plan estratégico. En un mundo de alta competitividad y cambio constante, las organizaciones están evolucionando hacia modelos de gestión basados en proyectos como único mecanismo para garantizar una respuesta rápida y eficaz a los retos modernos en los negocios. Bajo esta perspectiva, los proyectos son herramientas de cambio organizacional que deben ser gestionados de manera eficiente. Y si las capacidades y competencias de nuestra Marca Personal, añaden certidumbre a la administración de proyectos, el buen desarrollo de los mismos y nuestra posición en el mercado laboral, estarán aseguradas.

 
MATRIZ DE MARCA PERSONAL


Persona
Profesión
Público

¿Qué te mueve?
¿Cuáles son tus principios?
¿Qué te paraliza?

Identificar la identidad, motivaciones,
valores y creencias que definen a la
persona y que van a ser fundamentales enla huella que queremos dejar.

Una Marca Personal no puede construirse
sobre unos cimientos personales débiles. Se basa en la persona que la sostiene y si esta no tiene las ideas claras, todo se cae.


¿A qué te dedicas?
¿Qué necesidades satisfaces?
¿Qué beneficios proporcionas?

Establecer aquello que te hace valioso
para otros. Es el “core business” personal.
Identificar y concretar los beneficios que se
obtienen de lo que haces.

Sin algo que ofrecer a los demás, es
imposible obtener ningún tipo de
compensación emocional o material. Es
equivalente a tu “producto”


¿Quién se beneficia de lo que haces?
¿Quién puede hacer lo mismo que tú?
¿Quién puede apoyarte?

Identificar a tus clientes, audiencia,
competidores, seguidores,... Tener en
cuenta a cualquiera que pueda influir en tu
plan y el modo en que tú influyes en ellos.

No vivimos aislados. Para diseñar una
Estrategia de posicionamiento personal hay
que tener en cuenta a quienes nos rodean.
Es equivalente a tu “mercado”.

Posicionamiento
Presencia
Promoción

¿Cuáles son tus atributos?
¿Qué te diferencia?
¿Cómo generas confianza?

Establecer tus atributos, elementos
diferenciadores, especialización. Generar credibilidad y transmitir emoción.

Las personas somos poliédricas y tenemos cualidades de las que debemos escoger aquellas que nos definen y desarrollarlas para generar confianza y sintonía.


¿Cómo te presentas?
¿Cómo es tu aspecto?
¿Qué elementos componen tu imagen?

Elegir tus elementos externos, tu “envase”.
Aquí se incluye la imagen personal, tarjetas
de visita, CV o Elevator Pitch entre otros

Para dejar la huella que deseamos,
utilizamos elementos y accesorios que
generan un impacto. La imagen forma
parte de la marca pero NO es la marca.


¿Qué canales de comunicación utilizas?
¿Cómo estableces relaciones?
¿Qué herramientas prefieres?

Escoger y utilizar los canales para hacerte
visible. Desde el Networking hasta las Redes
Sociales. Desde hablar en público hasta
escribir libros o artículos.

Debemos elegir y utilizar y combinar medios
para darnos conocer. Internet es
importante pero no es el único canal y no
siempre el mejor.

Venta
Estructura
Operaciones

¿Cómo “vendes” lo que haces?
¿Cuánto vale lo que ofreces?
¿En qué “formatos” lo vendes?

Definir el modo en que vas a vender tu
trabajo, poner un precio a lo que haces y
encontrar el modo de argumentar y
defender tu valor.

Una estrategia personal sería inútil si no
obtuviese una remuneración material o
emocional, así que hay que poner un
precio a tu trabajo y venderlo.


¿Qué recursos necesitas?
¿Qué recursos son prescindibles?
¿Quién puede ayudarte?

Identificar y gestionar los elementos
materiales necesarios para desarrollar tu
Estrategia de Marca Personal. Tiempo,
dinero, herramientas, apoyos…

La puesta en marcha de un proyecto de
Branding Personal requiere gestionar una
serie de recursos materiales o personales sin
los que no podría llegar a buen término.


¿A qué riesgos te enfrentas?
¿Cómo gestionas un cambio personal?
¿Cómo vas a mejorar lo que ofreces?

Gestionar tu plan de acción. Resolver los
problemas y situaciones que surgen a
medida que avanzas en la ejecución de tu
plan estratégico personal

Igual que ocurre en una empresa, hay
aspectos que debes gestionar como los
riesgos, negociación, cambio, crisis,
innovación, etc.

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